«El Financial Support to Third Parties (FSTP) es una de las apuestas más potentes de Horizon Europe en los programas de trabajo 2025 para abrir la innovación a nuevos actores. ¿Cómo funciona y por qué puede ser clave para multiplicar el impacto de los proyectos?»
A pesar de que los programas de financiación europea — desde el Séptimo Programa Marco (FP7), pasando por Horizonte 2020 (H2020) y ahora Horizonte Europa (HE) — han mejorado progresivamente para facilitar el acceso a todas las entidades del ecosistema de I+D, siempre han tenido fama de ser complejos e inaccesibles para quienes participan por primera vez.
Para revertir esta percepción, la Comisión Europea impulsa el mecanismo FSTP, una herramienta pensada para ampliar la participación. A través de este enfoque, lanza un mensaje claro: innovar es para todas las personas y entidades, no solo para grandes consorcios o quienes ya están familiarizadas con la gestión de proyectos y las reglas financieras europeas.
Pocos conocen bien este instrumento, pero su potencial es enorme: dar acceso a fondos a startups, pymes, asociaciones sociales, clusters locales o centros de investigación pequeños que, de otro modo, nunca se atreverían (o podrían) a entrar en el ecosistema europeo de la I+D+i.
Eso sí, no todo proyecto puede utilizar el FSTP: su uso debe estar previsto explícitamente en el programa de trabajo de la convocatoria correspondiente. Esta condición garantiza que el apoyo a terceros no es un añadido improvisado, sino una parte estratégica del diseño del proyecto.
Un mecanismo sencillo en la idea, pero exigente en su ejecución
La lógica detrás del FSTP parece simple: un consorcio europeo reserva una parte de su presupuesto para lanzar convocatorias abiertas dirigidas a terceras partes. Estas entidades externas, tras pasar un proceso competitivo, reciben apoyo financiero para contribuir en actividades muy concretas: desarrollar una tecnología, validar una solución, formar parte de un piloto, etc.
Así, el FSTP convierte a los proyectos financiados en auténticos aceleradores de innovación: captan nuevas ideas, abren su red de colaboración y permiten que otras voces — a menudo más ágiles y disruptivas — entren en el juego.
El perfil de los beneficiarios potenciales es muy amplio:
- Startups que trabajan en cualquiera de las áreas de IA, energías limpias, biotecnología, movilidad inteligente, etc.
- Pymes innovadoras que necesitan validar su prototipo en un entorno europeo.
- ONGs que desarrollan soluciones sociales con alto potencial de impacto.
- Centros de investigación que pueden aportar tecnologías emergentes en fase temprana.
- Redes y clusters que conectan innovación a nivel local o regional.
Eso sí, la magia del FSTP tiene una contrapartida: gestionarlo bien es fundamental. Lanzar convocatorias transparentes, establecer criterios de evaluación sólidos, monitorizar el uso de los fondos y justificar cada decisión ante la Comisión no es tarea menor.
Desde Kveloce: impulsando el FSTP para ampliar el impacto
En Kveloce hemos aprendido algo clave: el FSTP no es solo un mecanismo administrativo, es una oportunidad estratégica.
Por eso ayudamos en la fase de preparación de la propuesta a diseñarlo e implementarlo pensando siempre en el impacto real:
- En la fase de propuesta, estructuramos cómo se reservará el presupuesto, qué actividades financiarán a terceros y cómo se integrarán los nuevos actores en la estrategia general del proyecto.
- Durante la ejecución, apoyamos en la redacción de las bases, en la difusión de las convocatorias abiertas y en la coordinación del proceso de selección.
- En la supervisión, nos aseguramos de que cada euro se gestione con la trazabilidad y la transparencia que la Comisión exige (y que los auditores comprobarán).
Nuestra experiencia nos confirma que cuando el FSTP se implementa con visión y seriedad, el proyecto crece: no solo en resultados, sino en diversidad, impacto social y capacidad de innovación.